El lenguaje del cómic
Verdaderamente, nunca he tenido atracción por este tipo de
lectura, nunca me ha despertado curiosidad. Aunque creo que también se debe a
la época en la que crecí, dónde teníamos de todo, y el cómic y el tebeo pasaran
a otro plano para los niños de mi edad.
Recuerdo ver bajo la cama de mis hermanos mayores, con 15 y
12 años de diferencia conmigo, cajas llenas de comics, amontonados unos sobre
otros; de todos los personajes habidos y por haber.
Mi hermano pequeño y yo nos metíamos debajo de la cama y
sacábamos las cajas de los cómics de Mafalda, Mortadelo y Filemón, o Daniel el
travieso, sus favoritos, por llamarse igual que él.
Más allá de ahí, no he vuelto a leer un cómic, he preferido
otro tipo de lectura más llevadera. Ya que, para mi gusto, la lectura de los
comics se hace muy pesada con tanto bocadillo y viñeta.
Entiendo que la manera de crear un cómic es un arte, pero un
arte que hay que saber apreciar; y que yo por mi parte no sé hacer.
Sólo puedo contemplarlo en sentido gráfico, y hacer
comparativas con otros comics que quizás llamen más mi atención por sus
viñetas; pero por lo demás no puedo cambiar mi opinión, no es algo que me
entusiasme, ni nunca lo ha hecho.
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